LOS SANTOS VIENEN CANTANDO

Cuando yo era joven, de eso ya hace sus años, tal día como hoy comenzaban a tañer las campanas de la torre de la iglesia a eso de la puesta del sol o cuando en reloj de la torre de la plaza cantara las ocho. Los muchachos nos juntábamos por cuadrillas de amigos para celebrar "la comilona" a base  de migas de patatas y vine. Las muchachas - todavía no se las llamaba chicas - se juntaban para preparar la merienda a base de bollos y dulces. Los muchachos guardaban callados en qué casilla se juntaban para guisar comer y beber. Las muchachas también ocultaban la casa donde se habían de juntarse. Los muchachos entendíamos pronto donde  se habían metido las muchachas. El cura visitaba el cementerio y rezaba, previo pago voluntario no menor de diez duros, frente a la tumba que le señalaban, Los muchachos cuidaban su casilla porque temían que los mozos les quitaran la comida. Las muchachas cantaban y se las oía  reir. Los muchachos subíamos a traves de alguna ventana donde se las barruntaba y se comían los dulce y se montaba algarabía. El bailes estaba prohibido.
Los padres jugaban a las cartas en las tabernas, las madres rezaban en el cementerio, los monagillos asaban sardinas  en la torre de la iglesia, las campanas doblaban toda la noche, el cura decía misa al comienzo del día uno de noviembre. Había calabazas con velas y juerga escondida.
Ahora los muchachos y muchas ataviados con ropaje de susto atracan a los paseante con el dicho de "Trato o truco" Parece que Halloween ha vencido aunque los santos siguen cantando según Louis Armtrong y Danny Kaye  después de muertos.
¡Dios mios qué solos se quedan los muertos!


Louis Armstrong & Danny Kaye, "When the saints go marching in"